Lo curioso es notar que adoptamos una actitud protectora enfrente de nuestras opiniones o lo que consideramos " nuestros" pensamientos privados. Creemos que son inocentes, que son parte de nuestra personalidad, y que son justificados como una verdad absoluta.
Un solo pensamiento tiene un efecto circular que nos atrapa, es el mismo efecto que tirar una piedra en el agua quieta. Un pensamiento, uno solo, crea una torrente de preguntas, inseguridades y dudas personales.
Si pensamos en el momento en que la mente ha empezado a hablar sin sentido, podemos encontrar una relacion con desventuras en nuestras vidas. La perdida de nuestra inocencia crea intrigas internas, llevando al cuerpo y la mente en un estado de agitacion y anxiedad.
Veamos hoy, un pensamiento que tenemos en el momento, veamos si podemos aislarlo y mirarlo de frente, es solo en un instante que puede entender la naturaleza de la invalidez de esos ejercicios mentales.
Es en la meditation donde poco a poco, estas conversaciones bajan su tono en nuestro sistema, y poco a poco surge el silencio y la quietud. Debemos sin embargo notar, que el objetivo de meditar no es el luchar con la mente, de otra manera es una lucha y no una meditation. meditar es un reposo de todo el sistema fisico y mental. Es como sentarse a tomar un te sin expectativas de hacer algo. Si, por supuesto nos cuesta al principio, pues es no solo el reposo al que no estamos entrenados sino tambien a la confrontacion de los pensamientos que creemos nos dan una identidad, una opinion y una importancia personal.
La destruccion del mundo mental, crea una abertura al mundo de la libertad, simplemente porque la verdadera naturaleza del yo solo emerge en el silencio, la quietud y la satisfacion de vivir en el momento presente.
Bhuvaneswari
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